Del jazz al hip hop, una historia de improvisación y libertad a través de la música

En el Día Internacional del Jazz, un recorrido por la historia de sus orígenes y un panorama de su vigencia y su influencia en los nuevos géneros urbanos

A primera vista, poco parece unir a Charlie Parker, Miles Davies, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Duke Ellington, Thelonious Monk, Louis Armstrong, Sarah Vaugham, Nina Simone y Wynton Marsalis, famosas estrellas del jazz, con Nas, Kendrick Lamar, Janelle Monáe, Kanye West, Nicki Minaj, Chance the Rapper, Queen Latifah, Eryka Badu, SZA, Jay-Z o Childish Gambino, grandes nombres del hip hop. Sin embargo fuertes corrientes, subterráneas y no tanto, han unido los dos géneros, empezando por su apoyo en la improvisación.

El jazz ha evolucionado desde su nacimiento en la segunda mitad del siglo XIX. En el camino, nuevos estilos urbanos tomaron inspiración en sus técnicas y sus ritmos dinámicos. Y, sobre todo, un elemento ha unido el hip hop con el género que se celebra el 30 de abril, Día Internacional del Jazz: la expresión de la cultura afroamericana que desde Estados Unidos se proyectó al mundo entero.

SZA, elegida Artista del Año en los Webby Awards, es una personalísima combinación de géneros en el hip hop. (Getty)

El hip hop comparte semejanzas con el jazz pues ambos son herederos de un pasado marcado por el comercio transatlántico de esclavos. Los africanos, secuestrados en sus lugares y sometidos a una travesía brutal, terminaban privados de su libertad y sometidos a trabajos extenuantes, y se aferraban a la música tanto para expresar su desolación como para mantener viva su identidad. Estos dos géneros contemporáneos usan ritmos e instrumentos inspirados en las percusiones africanas.

Todo lo que comparten el jazz y el hip hop

La improvisación es el rasgo compartido más fuerte entre estas dos corrientes musicales. En el jazz, la banda ensambla, a veces de manera sucesiva, otras de manera concurrente, el protagonismo de los distintos instrumentos para componer una canción. En el hip hop y en el rap, el vocalista usa el free style, en el que las letras y los ritmos se crean en el momento de una presentación. Esta técnica también se relaciona con el scatting, que de Al Johnson a Louis Armstrong y Ella Fitzgerald ha agregado ritmo, calidez y hasta humor: es un canto que incorpora palabras o sílabas sueltas a una melodía.

Charlie Parker, uno de los talentos más famosos del género del jazz.

También comparten la importancia de los registros de base, que hacen el bajo y la batería. Aunque al inicio del hip hop se usaban efectos de sonido similares, en la actualidad los artistas prefieren músicos en vivo.

El jazz y el hip hop nacieron en las comunidades afroamericanas en diferentes momentos sociales: los años de la segregación y, tras los logros en derechos civiles, los años del encarcelamiento masivo desde los ochenta. Ambos expresan una rebelión contra las condiciones de vida impuestas por el racismo estructural en sus distintas manifestaciones. Las protestas tomaron forma de música y rasgos de la identidad de los primeros africanos esclavizados en el sur estadounidense.

La música, la libertad, la migración

Nas, hijo del trompetista de jazz Olu Dara, fue pionero en la incorporación del género al hip hop. (REUTERS/Mario Anzuoni)

Aquella cultura resistía conservando algunas costumbres, como tocar tambores y cantar. Sin embargo, sus prácticas fueron prohibidas y los esclavos tuvieron que adaptarse a crear su música con las palmas y la voz. Sólo la zona de Nueva Orleans, en Luisiana, estas normas no se aplicaban y se permitían los instrumentos musicales.

Las canciones que los esclavos cantaban en las plantaciones de algodón sirvieron de base para la creación de este género. Con el paso del tiempo, hacia 1820, se popularizaron y tomaron inspiración de las expresiones artísticas que abordaron la Guerra de Secesión entre los estados del norte industrial y los del sur esclavista. Al final de la guerra, la esclavitud fue abolida en los Estados Unidos en 1865.

La reconstrucción de los estados del sur sucedió a la vez que el racismo se instalaba como moneda corriente. Muchas personas migraron hacia los estados del norte, y entre ellos fueron músicos. Sus carreras ganaron prestigio y lograron que el jazz de Nueva Orleans se expandiera en la escena nacional.

Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, el dúo más famoso del scatting, entre otros de sus enormes talentos.

Joe King Oliver fue uno de esos migrantes y en Chicago introdujo el uso de dos trompetas y las cornetas en abril de 1923, con lo que definió las pautas que el jazz habría de retomar en años posteriores con Louis Armstrong, la leyenda jazeera que también fue presentada en la banda de Oliver, Creole Jazz Band.

Las influencias mutuas entre el jazz y el hip hop

Muchos de los artistas del hip hop temprano, como Wu-Tang Clan, Snoop Dogg y Q-Tip tuvieron una educación casual en el jazz, que sonaba en sus casas. Nas, hijo del trompetista Olu Dara, mostró explícitamente esa inspiración en su álbum Illmatic. Incluso Biggie Smalls y Tupac —las dos grandes escuelas, de la costa este y la costa oeste— establecieron otras conexiones, de las que hoy son herederos Chance The Rapper y Kendrick Lamar.

Kendrick Lamar, ganador del Pulitzer en poesía y de varios Grammy. (Prime Video)

También el hip hop influyó en el jazz. Quizá el ejemplo más conocido sea Herbie Hancock, cuyo video Rockit une tambores y sintetizadores en una evocación del hip hop temprano. Robert Glasper trabajó con el legendario productor de hip hop J Dilla, y el reconocido pianista de jazz Jason Moran ha improvisado solos en el ritmo de la interpretación lírica del rap.

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