KISS, Metallica, U2, REM… incluso los mejores escribanos echan un borrón: estos son los grandes fiascos musicales que los fans de cada banda prefieren pensar que nunca ocurrieron. Los peores discos de las mejores bandas.
” No hay genio sin un gramo de locura”. Esta frase la dejó para la posteridad el filósofo griego Aristóteles muchos siglos antes de que genios de la música como Bob Dylan, John Lennon, Madonna o Prince le dieran la razón. Entre las muchas obras maestras que estos artistas nos han legado, también nos entregaron envueltas para regalo auténticas chapuzas que solo se explican por ese “gramo de locura” extra. Aunque quizá también por los sintetizadores de las canciones de los 80. Y sin embargo, ninguna de ellas llega a la altura de estos discos que estuvieron a punto de dar al traste con las carreras de famosos grupos de música… y en algunos casos incluso lo consiguieron.
Estar en una banda debe ser duro. Sobre todo cuando se trata de un grupo de gran éxito. Y con toda esa fama y expectativas, a veces uno fracasa y produce un álbum que acaba con su carrera o, al menos, la hace retroceder unos cuantos años. Porque los músicos de rock, al igual que los deportistas profesionales y las parejas sentimentales, corren constantemente el peligro de que les pregunten: “¿Qué has hecho por mí últimamente?” e incluso los grupos y solistas más importantes pueden caer en desgracia si su último álbum no está a la altura de su legado o de lo que esperan los siempre ansiosos fans.
Ningún artista entra en el proceso de grabación de un álbum con la intención de disgustar a sus fans. Los fans son lo primero, pero cada artista mostrará una faceta diferente de su creatividad cuando esté encerrado tras un cristal en un estudio de grabación y se le permita expresarse. O drogarse. O beber de más. O lo que sea.
Ni que decir tiene que los fans del rock y de la música en general son muy suyos y que el disco basura de una persona es el clásico poco valorado de otra. Por eso estamos seguros de que entre los lectores de este artículo habrá defensores del St Anger de Metallica o el Rattle and hum de U2. La verdadera horripilancia, como la verdadera grandeza, es una cualidad subjetiva.
1
Just push play – Aerosmith (2001)
Tener éxito puede dar tanto miedo a veces como fracasar. Aunque a los grupos les encante la idea de un número uno, es muy probable que se pasen el resto de sus días persiguiendo el mismo éxito y esperando que el rayo caiga dos veces en el mismo sitio. Así que cuando Steven Tyler vio lo que ocurría con I dont’ want to miss a thing, una idea descabellada se convirtió en Just push play.
A pesar de que la banda coprodujo el álbum conjuntamente, la mayoría de las canciones suenan como si hubieran sido creadas por una cadena de montaje, sin una pizca de la garra de los primeros álbumes de Aerosmith. El intento de copiar diferentes tendencias pop de principios de la década de 2000 le salió completamente rana.
2
Cut the crap – The Clash (1985)
Tan solo seis años después de que The Clash lanzaran su London calling, el Nuevo Testamento del punk, el grupo se encontraba hecho trizas tras el éxito del álbum Combat rock (1982). El autor de las mayoría de las canciones. Mick Jones, y el batería Topper Headon habían sido despedidos por Joe Strummer y Paul Simonon.
Tras añadir tres nuevos músicos y un nuevo productor, el grupo publicó Cut the crap, una colección de canciones poco cocinadas que carecían de energía o propósito. Sería el último álbum del grupo, que con razón ha sido excluido por completo de la mayoría de los recopilatorios de The Clash.
3
St. Anger – Metallica (2003)
“Lo siento, no es lo suficientemente bueno”. Con este alarde de sinceridad calificaba a este álbum el frontman de la banda, James Hetfield. Y eso que en aquel momento, Metallica era más grande que cualquier otra banda de metal. Tras perder al bajista Jason Newsted y de que Hetfield entrara en rehabilitación, la banda se reagrupó para grabar St. Anger como ejercicio terapéutico.
¿El resultado? Uno de los discos más miserables de la historia del rock y el heavy metal. Aunque Metallica se recuperó de sus errores y volvió a ser una gran banda que sigue llenando estadios por todo el planeta, nunca volvería al Olimpo de donde cayó entonces.
4
Second coming – The stone roses
El álbum debut de The stone roses es el Santo Grial cuando se repasa lo mejor del britpop en los 90. Aunque llegaron en la escena Madchester a finales de los 80, todos los grupos que surgieron a su estela intentaban copiar su estilo, desde Oasis a Ocean Colour Scene. Pero mientras el público esperaba saber cómo sonaría su segundo álbum, la banda se peleaba en el estudio.
Second coming nunca llegó a cumplir las expectativas, con canciones demasiado largas e irregulares en las que solo se salvaba Love spreads. No sorprendió entonces que poco después del lanzamiento del álbum, el grupo pasara a la historia. Puede que el britpop continuara unos años más, pero fue entonces cuando empezaron a formarse las grietas en el género.
5
Adore – Smashing pumpkins (1998)
Billy Corgan se parece a Axl Rose en que es un planificador meticuloso con una voz peculiar que se ha vuelto un poco, digamos excéntrico, con el paso de los años. Conspiranoico convencido, el vocalista deSmashing pumpkins asegura incluso haber tenido un encuentro con un ser reptiliano y toda su paranoia comenzó en este álbum.
Tras despedir al batería Jimmy Chamberlin, Corgan grabó un álbum de electrónica extraña y melancólica que se calificó como una ruptura total con el pasado. El cantante llegó a denominar este Adore como el sonido de “una banda rompiéndose en pedazos”, lo que va de maravilla al título de este artículo, la verdad.
6
Chinese democracy – Guns N’ Roses (2008)
Hablando de Axl Rose y sus locuras, aquí llega el disco de Guns N’ Roses que está considerado como el álbum más caro jamás grabado. Con un coste de 13 millones de dólares, Chinese democracy se consideró un gran fracaso cuando se publicó, además de que por aquel entonces Axl Rose era ya un solista después de que Slash, Duff McKagan y Matt Sorum abandonaran o fueran despedidos antes de la grabación, que comenzó en 1997 después de ¡15 años de gestación!
El que sería su último álbum resultó ser muy decepcionante, con demasiados retoques y excesos que estropearon lo que realmente era el punto fuerte de la banda: rock duro con una guitarra impresionante. Chinese democracy fue víctima de muchas idas y venidas, demasiados colaboradores y egos inflados.
7
Other voices – The doors (1971)
No hay The doors sin Jim Morrison al frente. Aunque no supiera tocar ningún instrumento, su aura y su estilo sobre el escenario eran el corazón de cada gran canción que interpretaban noche tras noche. Una vez que Morrison falleció, debería haber sido el fin de la banda, pero los miembros restantes tenían otra idea.
Ya que la banda estaba preparando material antes de la muerte del cantante, decidieron seguir con Other voices, con el teclista Ray Manzarek sustituyendo a Morrison en el micrófono. Aunque la instrumentación no es terrible (siguen siendo The doors), la magia no está ahí, y terminan pareciendo una mala versión de Grateful dead.
8
Rattle and hum – U2 (1988)
Sería muy exagerado decir que U2, el grupo liderado por el carismático Bono, vio gravemente afectada su carrera después de este álbum, pero sí les obligó a replantearse su dirección como banda. El álbum era aburrido y demasiado serio, y además no tenía ninguna melodía sólida que lo respaldara. De hecho, la crítica musical del momento se dividió entre la incomprensión y el menosprecio ante este trabajo.
Después de que el álbum no funcionara tan bien como el grupo esperaba, cambiaron por completo su imagen y lanzaron el que para muchos es su mejor álbum, Achtung baby, que les reportó un éxito masivo. Así que al menos este capítulo tiene un final feliz.
9
Around the sun – REM (2004)
El legado musical de REM está lleno de obras maestras pero su desafortunado álbum número trece no consiguió ningún single de éxito. Por primera vez desde mediados de los 80, los héroes del alt-rock de Athens se encontraban fuera de las listas de éxitos. Como admitió el guitarrista Peter Buck, eran viejas superestrellas cansadas que habían perdido el rumbo.
“Around the sun no era realmente escuchable, porque suena como lo que es, un montón de gente que está tan aburrida con sus canciones que ya no puede soportarlo”, dijo Buck en 2008, el mismo año en que la banda lanzó Accelerate, el primero de los dos álbumes de vuelta a sus raíces que reafirmaron la relevancia de REM y pusieron fin a su carrera con una nota relativamente alta.
10
Music from the elder – KISS (1981)
Después de ver cómo se evaporaba su reinado en la escena del rock duro de finales de los 70, KISS sabían que tenían que hacer algo grande y valiente para volver al ruedo. Por desgracia, Music from the elder fue un paso en falso aún mayor. El productor Bob Ezrin, recién llegado del éxito del ambicioso álbum conceptual de Pink Floyd The wall, decidió que los maquillados rockeros debían lanzar un álbum de canciones sobre la épica aventura de un joven guerrero medieval para salvar el mundo… y el resultado final, aunque admirablemente atrevido, es uno de los discos más criticados y ridiculizados de la historia del rock. En su honor, diremos que al menos enderezaron su nave creativa al año siguiente, ¡y ahí siguen dando caña!
